Capitulo 1 del libro "Dime que te duele y te dire como eres"
- Ana Claudia Gonzalez Ruiz

- 17 jul
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 24 nov
¿Dolor es igual a sufrimiento? Arranquemos por el dolor...
El dolor es mucho más que una molestia física. Es una señal de alerta que el cuerpo envía cuando algo no está bien, cuando existe lo que se llama daño tisular o la posibilidad de daño tisular (tisular viene de tejidos) pero también es una experiencia emocional y mental que se vive de forma única en cada persona, porque no va solo en el nivel de dolor que soporte biológicamente tu cuerpo sino cuanto dolor tu mente piensa que soportas y cuanto está dispuesta a aceptar. No es lo mismo una cachetada en la cara, que una cachetada en la nalga y ni hablemos si esa cachetada en la nalga es juguetona y de la persona que amas (guiño guiño).
Desde una mirada de medicina convencional, el dolor se puede entender como una combinación de tres aspectos:
· El sistema nervioso; cómo se transmite el dolor
Cuando una parte del cuerpo se lesiona o sufre algún daño, se activan unos sensores especiales llamados nociceptores. Estos sensores envían señales eléctricas a través de los nervios hasta el cerebro. Allí, distintas zonas del cerebro interpretan la señal como dolor. Sí, hay electricidad por todo tu cuerpo todo el tiempo, corazón, cerebro, músculos… podes venderle electricidad a la UTE si quieres….
· Las hormonas; el impacto del dolor en todo el cuerpo
Cuando sentimos dolor, nuestro cuerpo activa un sistema de emergencia que libera hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas hacen que el corazón lata más rápido, los músculos se tensen y estemos más alertas. En el corto plazo, esto ayuda porque nos saca de peligro. Pero si el dolor se vuelve crónico, estas mismas hormonas pueden hacer que el cuerpo se desgaste y el dolor se vuelva más difícil de soportar, por eso la sensación de estar cansados por el dolor.
También se alteran sustancias como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, que son las encargadas de darnos sensación de bienestar y de aliviar el dolor. Si están en desequilibrio, podemos sentirnos más tristes, ansiosos o desesperanzados.
Dato no menor, esas mismas sustancias las generamos cuando reímos, cuando comemos chocolate, y cuando tenemos sexo…. Ya sabes que planes podés tener para este finde para estar más saludable y rejuvenecer un poco (ponete pill@)
· La mente y las emociones; cómo influyen en el dolor
El dolor siempre se vive con la mente. Las emociones, los pensamientos, el estrés o las experiencias pasadas influyen directamente en cómo sentimos el dolor. Por ejemplo, una persona ansiosa o triste puede sentir el dolor con más intensidad. Y si ya ha tenido malas experiencias con el dolor, el cuerpo puede "recordarlo" y mantenerlo activo, aunque la causa original ya no esté.
Incluso el dolor emocional, como la perdida de un ser querido puede sentirse físicamente en el pecho, el estómago o la cabeza.
Si nos vamos al otro extremo cuando nos enamoramos y embobecemos por una persona, el cuerpo genera determinadas sensaciones como por ejemplo las famosas mariposas en la panza, nos viene calor, se nos aceleran las pulsaciones.
El cuerpo y la mente están profundamente conectados, principalmente la mente inconsciente.
Si nos vamos para el territorio de la medicina tradicional china el dolor se entiende como una manifestación de desequilibrio o bloqueo en el flujo de la energía y/o la sangre.
Dicen los antiguos que la energía va por la sangre, es la que la mueve mientras que la sangre le da “corporalidad” a la energía.
El cuerpo está recorrido por canales energéticos también llamados meridianos de energía por donde circulan el Qi (energía vital) y la Xue (sangre y nutrientes). Para estar sanos, este flujo debe ser armonioso, suficiente y sin bloqueos.
El dolor puede surgir por varios motivos; factores externos como el viento, frío, humedad o calor que penetran en el cuerpo y bloquean los canales. Traumatismos como golpes, caídas o sobreesfuerzos que lesionan tejidos y generan bloqueo de sangre y Qi. Emociones desequilibradas como ira, tristeza, miedo o preocupación excesiva que afectan órganos internos y alteran el flujo energético. Déficit interno, falta de Qi, sangre o esencia vital que impide nutrir bien los tejidos.
Quizá ya te diste cuenta… y si no te lo digo… los médicos chinos no solo piensan que uno puede enfermar porque el cuerpo físico está funcionando mal, también puede enfermar por emociones sobredimensionadas o incluso (y esta es una de las grandes maravillas de la filosofía china) por factores del clima. Porque somos parte de la naturaleza y por ende no solo la influenciamos (calentamiento global) sino que nos influencia, por ende, si estas en una habitación a 35 grados en camiseta manga corta sudando y salís a la calle con 5 grados con todos los poros abiertos ese frio se te va a internalizar y por ende enfermaras…. Al fin alguien nos recuerda que somos parte de algo más grande y que eso es la naturaleza, la cual nos puede enfermar o nos puede sanar.
Quiero hacer un párrafo aparte sobre las emociones que nos enferman según la medicina tradicional china. Si… una emoción desequilibrada también nos enferma y también genera dolor, y no solo estamos hablando de la tristeza que nos hace ser María Magdalena llorando todo el día por los rincones o de ser un/a calderita de lata todo el tiempo (ataques de ira) sino también la alegría excesiva puede ser causa o síntoma de algo gestándose…. cierra la boca que se te desencaja la mandíbula, si a mí también me pareció bastante loco eso cuando lo aprendí, pero observando en determinadas situaciones me di cuenta que tienen razón. Si estas en un funeral de un ser amado, y estas contando chistes y riéndote, hay algo ahí que no es congruente, ¿que está realmente tapando tu risa?
Ejercicio para hacer en casa: quiero que representes a tu dolor frente a ti, ¿tiene color?, ¿tiene realmente una forma específica?, ¿tiene peso?, ¿tiene textura?, ¿tiene olor?, ¿tiene sonido?, ¿algo más que lo represente? Ahora con una grabadora (puede ser la del celular), vas a decirle todo a ese dolor, si quieres gritarle, si quieres reprocharle, si quieres decirle todo lo que te tranca o todo lo que te impide hacer. Dile todo, todito, todo, que no te quede nada en el tintero, como mujer/hombre despechad@ cual cancion de Shakira/Pique. Una vez que termines, respira hondo, y deja de grabar. Al día siguiente, y quiero que sea realmente al día siguiente, no me hagas trampa…. Quiero que escuches esa grabación. ¿Qué te surge?, ¿cómo te hace sentir?, ¿de qué te das cuenta ahora que lo escuchas desde otra perspectiva, como alguien diferente a esa/ese que habla en la grabación?






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